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Luna del Barrio: "No canto para gustar, canto para decir"


Por AWQAY

Luna del Barrio no necesita presentación entre quienes la conocen en las calles, los comedores o los escenarios populares. Militante barrial, cantora desde niña y voz naciente de la cumbia con raíz peronista, acaba de lanzar su primer videoclip: Nace un derecho, un canto colectivo que vibra desde lo más profundo del pueblo. En esta entrevista, Luna nos abre su corazón.


¿Quién es Luna del Barrio?

Soy una piba de barrio. Nací y crecí en un asentamiento donde la vida es dura pero también está llena de amor y lucha. Desde chica canto. En la escuela siempre me hacían cantar en los actos, y yo lo disfrutaba mucho. A los doce empecé con la guitarra, y en la adolescencia formé un grupo de cumbia con amigos de la orquesta infantil gratuita que hacían los sábados en la escuela del barrio. Hoy trabajo en un merendero y en un comedor, y milito porque creo que hay que estar ahí, con la gente, todos los días.


¿Cómo nació tu conciencia política?

En casa siempre se habló con dolor de la injusticia. Mi papá trabajó toda su vida en negro, y recién pudo jubilarse cuando gobernaba Cristina. A mi mamá también la jubilaron: vendía bollos en casa desde que yo era chiquita. Ahí entendí que no todos los gobiernos son lo mismo. Que hay quienes miran a los de abajo, y que eso cambia la vida. Eso me hizo peronista, porque entendí que no se trata solo de discurso, sino de hechos.


¿Qué significa para vos haber grabado Nace un derecho?

Es una emoción enorme. La canción habla de lo que vivimos, de lo que nos duele, pero también de lo que nos levanta. No canto para gustar, canto para decir. Para que el pueblo se escuche a sí mismo. Nace un derecho es un canto de resistencia, pero también de amor. Porque en cada necesidad hay una esperanza, y donde hay una organización, hay futuro.


¿Cómo vivís el proceso de ser artista desde el barrio?

Con orgullo. No me interesa el camino de la fama rápida ni cambiar mi forma de hablar o de vestirme para encajar. Yo canto con la ropa del barrio, con la cumbia que escuchábamos en las fiestas con los parlantes prestados. Canto con dulzura y con rebeldía. Y si una piba que escucha mi música se anima a agarrar una guitarra o a organizarse en su barrio, entonces ya valió la pena.


¿Qué proyectos se vienen?

Seguir cantando y seguir militando. Me gustaría poder recorrer los barrios, cantar en escuelas, en plazas, en ollas populares. Grabar más canciones, claro, pero sobre todo usar la música como herramienta para unirnos. Porque en un país donde te quieren hacer creer que estás sola, cantar con otrxs es una forma de resistir.


¿Un mensaje para quienes te escuchan por primera vez?

Que no tengan miedo de levantar la voz. Que el arte popular no es menos que el arte “de los grandes medios”. Que la cultura también puede ser trinche. Y que si alguna vez pensaste que no valías, acordate que en este país hubo y hay gobiernos que te miran a los ojos y te dicen: vos también tenés derecho a soñar.

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