Por AWQAY
Mientras el dólar trepa como si fuera el Aconcagua y los precios se recalientan más rápido que una pava en estufa a leña, el ministro Luis Caputo —sí, el mismo que en 2018 nos dejó con el acuerdo más tóxico de la historia con el FMI— sale a declarar, sin ponerse colorado, que la culpa de la corrida cambiaria es del “riesgo K”.
Sí. Leyeron bien. Según este genio de las finanzas, la culpa no es del desmantelamiento del Estado, ni del vaciamiento del Banco Central, ni de haber dinamitado todos los precios regulados. No. Es de Cristina Fernández de Kirchner, que está presa, proscripta y silenciada por una mafia judicial que responde a los mismos intereses que Caputo representa. ¿Quién se puede tragar semejante disparate?
Pues bien, hay gente que lo cree. Lo repiten en los grupos de WhatsApp, lo consumen en TN, lo digieren en Radio Mitre y lo vomitan con odio en redes sociales. “Todo es culpa del kirchnerismo”, dicen, aunque hace ocho meses que el país lo gobierna un personaje salido de una caricatura distópica y su gabinete de ajustadores seriales.
¿Hasta cuándo van a seguir creyendo el mismo verso?
¿En serio piensan que Cristina mueve los mercados desde su casa, después de haber sido condenada en un juicio sin pruebas por un tribunal que ni disimuló el guión?
¿En serio creen que el “riesgo” es una mujer que no puede presentarse a elecciones porque la proscribieron con una causa trucha, mientras los que gobiernan rifan la soberanía y endeudan hasta al bisnieto que no nació?
La economía no se cae por el “fantasma K”.
Se cae porque el modelo de Milei y Caputo no cierra por ningún lado.
Porque no hay un solo indicador que haya mejorado: ni la inflación, ni el dólar, ni el salario, ni el empleo, ni la actividad. Porque gobernar no es tuitear frases en inglés ni gritar en cadena nacional. Es garantizar que la gente coma, estudie, trabaje y viva dignamente.
Y mientras el país arde, estos personajes sacan la carta de siempre: el cuco peronista.
Es tan patético como revelador.
No pueden gobernar, entonces gobiernan desde el odio.
Y a muchos les encanta.
Sí, vos. Vos que te comiste todo el cuentito del “Estado casta”, del “libre mercado”, de que “el kirchnerismo robó todo”. Vos que cada vez tenés menos plata, menos derechos, menos futuro... pero seguís convencido de que el problema es Cristina.
¿Te das cuenta lo fácil que fue manipularte?
Te cebaron con un poco de odio y ya está: entregaste tus derechos, tu laburo, tu dignidad.
¿Todo para qué? ¿Para que gobierne un tipo que no sabés ni a quién responde, pero que seguro no responde a vos?
El “riesgo K” no existe.
Es humo.
El verdadero riesgo sos vos, si seguís votando desde el resentimiento y no desde la memoria.
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